El leprosario

SI LUCHAS PUEDES PERDER.... PERO SI NO LUCHAS YA PERDISTE !!!!

agosto 04, 2005

Metamorfosis?

Esto que les cuento ocurrió a principios de los noventa del siglo pasado. Como muchos que por gusto o necesidad tienen que salir fuera a estudiar y duran meses sin ver a sus familias, a mi me pasó lo mismo. De cualquier modo, conservaba amigos aquí en el lugar que me vio nacer. Llamábase X, por su pelo ensortijado le decíamos sus más allegados “El Chino”, era un tipo alto, algo desgarbado de aspecto, agradable de trato, despreocupado y amante de la lectura como él mismo calificaba al gusto por los relatos escritos de todo tipo, desde revistas de bolsillo hasta novelas de esas que nos recetan cuando pasamos por la secundaria. Para esa época, él estudiaba en la preparatoria del municipio. En alguna de mis muchas vueltas de la ciudad de México para ver a mi familia, visité a mi amigo del alma. Como siempre, jugábamos un rato cartas o ajedrez, luego seguía la desvelada, el alcohol y las pláticas erráticas en cualquier antro. Él tenía una pena, su preparatoria no contaba con instalaciones, ni presupuesto, además de pocos maestros, lo cual se veía aun más apocado en vista de lo que yo le contaba sobre México y el lugar donde me encontraba. Se nos ocurrió hacer unas pintas en demanda de la construcción de instalaciones para la preparatoria recién fundada. El asunto era fácil. Una camioneta en la madrugada, algo de chapopote para usarlo como pintura, brochas, etc. Algunos compas de la Normal, expertos en esas lides, gustosos se ofrecieron a acompañarnos en nuestro cometido. Todo salió bien. A la mañana siguiente el pueblo estaba lleno de leyendas en sus paredes donde se exigía respeto al Artículo 3ro. Constitucional, la construcción de la preparatoria, apoyo financiero a la educación, etc., además de algunas pintas contra la política neoliberal. No faltó tampoco un “Muera Salinas”, que, sorprendidos, muchos reporteros fotografiaron desde diferentes ángulos, para hacer una relación detallada de lo ocurrido en un lugar donde casi nunca ocurría nada. A mediodía, nosotros despreocupados, sentados en una banca del pueblo platicábamos, cuando de repente nos detuvieron. El Chino mostró entereza. Nunca se arrepintió de las pintas, de hecho él quería cargar con toda la culpa, dado que originalmente a él solo lo inculpaban. Luego de retenernos unas horas y después de algo de “negociaciones” con maestros de la preparatoria, y con algunos grupos de estudiantes de la Normal, nos dejaron ir. El tiempo pasó. Yo en vez de “progresar” me volví peor. Una noche, parecida a aquella que acabo de narrar, pero 10 años después, fui de nuevo detenido. En esa ocasión por acompañar a conocidos en sus fandangos de fin de semana. Quien dio la orden fue precisamente El Chino, mi amigo de tanto tiempo atrás que ahora era comandante de la judicial. No dijo nada, tímidamente nos saludamos pero no se disculpó por el arresto. Seguía siendo el mismo, sólo que ahora estaba del lado contrario al mío.

4 Comments:

Blogger Igor said...

Te hiciste peor: doctor. Ja.

Saludos, mi estimado. Excelente relato!!!

1:47 p.m., agosto 05, 2005  
Blogger El leprosario said...

Gracias maese. Ud. siempre exorcisando fantasmas!!

3:36 p.m., agosto 05, 2005  
Blogger Zihuatl said...

¿Seguía siendo el mismo Chino? Yo creo que el lugar en el que estamos parados sí nos afecta.

La de malas joven, ¿quién le manda andar delinquiendo?, je

8:16 p.m., agosto 08, 2005  
Blogger El leprosario said...

jeje, eso de delinquir mira quien lo diceeee!!!

Tiene razón ñiña, el lugar en que nos situemos si nos afecta. Eso que ni qué. Además es raro darnos cuenta de que ya no somos lo que éramos.

Pero a todo esto, yo lo apreciaba de a devis. Chale, siempre me quedo atrás con mi empatía en relación a lo que el otro está pensando sobre mí. Luego viene una pregunta inversa a la seguramente se haría el Silvio: ¿que hago ahora con ella?

9:27 p.m., agosto 08, 2005  

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