Por el camino de Swann

Como en un acto de expiación, he prescindido de mis amigos, los he dejado atrás, me he perdido en viajes largos y sin sentido, he explorado las variantes mas raras del sexo, he subido montañas en solitario, corrido a alta velocidad en la noche mas obscura, he buscado respuestas en la sonrisa que mas me agrada, he buscado en el orden-desorden de las ramas de los árboles o de los muros que por todas partes me limitan, he cerrado mis ojos en el cansancio fìsico y mental doloroso, me he perdido en los recovecos del amor y el odio, he esperado recibido amaneceres hermosos o fríos, revisé los detalles que llenaban mi mundo cuando niño, he escuchado las mas diversos géneros de música, se agrupan en desfile sin sentido las letras de Plutarco, Dante, Baudelarie, Joyce, Eliot, Neruda, Withman, Rulfo, Kundera, Bukowsky (¿cuántos más...?) pobrecillos, no supieron decir tal vez lo que sentían... Y en mi catarsis alcoholica me sigo preguntando... ¿Quién soy yo?

Caminando El Periférico

En algún lugar del Periférico de Guadalajara, Noche de diciembre del 2006 Difícil hallar un lugar tan desagradable como la orilla del Periférico. Para los que no conozcan Guadalajara, México, el periférico es el cinturón de castidad de mi ciudad, sirve para que, los que son de fuera y tienen que pasar por aquí no entren y sigan su camino. Como algunos sabrán, me gusta experimentar los lugares caminándolos, y el Peri no ha sido la excepción. Sin embargo, por donde se mire es un lugar repulsivo y difícil de transitar... a pie. De día te agrede con su sol a plomo, el polvo, la gente corriendo, su basura y el ruido de carros que nunca cesa. En el Periférico, no vez árboles agradables, o que den la pinta de ser felices. Las pocas plantas que hay están grises de hollín y tierra, pero es mas común ver zarzas y zacate seco que creció abriéndose paso entre la basura. Lo que queda de ello, es un sentimiento de vacío y pesadumbre. De noche, viendo los carros en su viaje frenético dan la sensación de que no van a ninguna parte, de que en realidad están atrapados, girando infinitamente en este cículo triste que rodea a la ciudad. De este modo pensaba mientras iba dando torpes pasos en la semioscuridad y tropezando como si caminara entre huesos de vaca. Mirando el entorno, lo único bello que quedaba era el punto blanco de la luna, una bola blanca que mas parecía la salida de un pozo oscuro que un cuerpo celeste. Tal vez por eso imaginé tu sonrisa y los mejores momentos que juntos vivimos. Tu imagen chocaba con el instante tan contradictorio, fue un momento de duda: al final, para terminar de autoflagelarme olvidé tu imagen y me quedé con la luna.

En el umbral

Se abandonó al efecto del vino como otras veces. La noche se hizo más fresca, y el brillo de la luna adquirió el toque especial que sólo los borrachos o los enamorados pueden detectar. Derrepente se sintió bien. Ya no le pesaba el ser desempleado, sus apuros económicos, ni los golpes de la vida. Todo se volvió claro de nuevo. Se paró de nuevo en el umbral de esa puerta que sabía que siempre estaría abierta, esta vez si la cruzaría. Cuando se sintió adormilado por el alcohol, caminó por los baldíos que lo separaban de su humilde vivienda, entre llantas abandonadas, basura y montones de escombro. Avanzó vacilante siguiendo la vereda, la misma por donde había sacado a enterrar a su esposa hacía más de cinco años; siempre recordaba lo mismo al pasar ese sendero. Hacía mucho que no sentía ni nostalgia ni alegría al recordar los tiempos idos. Ese día sin embargo, tal vez por el efecto del vino, le llegó de golpe el cariño acumulado de tanto tiempo, la necesidad de una caricia en su rostro, el sentir el aliento cálido y familiar que creyó haber dejado atrás. Bah, se dijo, hablando consigo mismo. Era como si quisiera espantar con su actitud lo que anudado llevaba siempre. Los recuerdos lejos de ser hermosos, en realidad le hacían daño. Al entrar, se recargó a la pared para no caer y se fue sentando extendiendo las piernas. El polvo del adobe poroso se adhirió a su cuerpo, en ese instante nada importaba nada ya. Cerró los ojos. Enfrente de él, como hacía mas de cinco años, yacía el cuerpo cálido y vibrante de quien en vida le endulzara sus días. La mató simplemente por una tontería, nadie lo supo, nunca vivieron a buscarlo, él tampoco se entregó. Mirando estúpidamente el fondo de su vaso de mezcal, ahora sabía que su celda él la había elegido, de ella no podía escapar, ni por el umbral de esa puerta que sabía que siempre estaría abierta.

El tiempo

“Sabia virtud de conocer el tiempo...”, así tararea una canción; “el tiempo es oro”, reza un refrán... ¿A poco no es el tiempo lo más cañón que hay?, en primera, nadie es capaz de conocerlo. Todo lo que nos sucede se encuadra en dicha abstracción, pero lo más fascinante, es que es único, irrepetible y hace que todo cambie, o al menos eso concebimos de manera formal. Aquella concepción que nos presenta las cosas desde un punto de vista estático cuyo afán es su aprehensión olvida el cambio y movimiento que siempre ocurre y en última instancia diría Bergson, niega la libertad. Muchas culturas han creído que el tiempo es cíclico, es decir, que las cosas tienen un principio, un fin y un reinicio infinito. La tradición cristiana lo ha concebido lineal, hay un principio, un fin y ya. Fue Newton el que propuso que el tiempo como devenir, existía independientemente de las cosas y las personas, Kant por el contrario, creía que el tiempo era solo una invención humana que se proyectaba sobre el universo. Desde la física, Einstein ha propuesto que el tiempo es parte indisociable del espacio, e irónicamente a semejanza de Kant, también lo ha planteado como mera ilusión. El tiempo tiene las virtudes que Marx le veía al dinero y muchas más: convierte la selva en ciudades y en la antigüedad muchas ciudades las convirtió en selvas, los mares en glaciares y los glaciares en océanos, la pobreza en riqueza, el dolor en olvido, al joven en viejo, a la niña en adulta, al viejo en tierra, a la tierra en vida, a la energía en nada (según los físicos modernos, hay una fisura de energía, es decir, la famosa ley de la trasformación eterna de la energía, falla en un infinitésimo y se drena, como una gota de agua entre la dura roca). A su mecha diría una queridísima conocida, si eso es así, si la energía se pierde, y si el tiempo en tanto espacio es energía, tiempo y energía se fusionan y desaparecen ¿E-N-E-L-T-I-E-M-P-O ?????, ups, me acordé de la Pantera Rosa y su aspiradora que acaba absorbiéndolo todo, incluso absorbiéndose a sí misma.

Cosas de la vida

Ja, que diantres, seguro a todos (bueno a casi todos) nos ha pasado que el día que más seguros estamos de una cosa es el día que esta se deshace como pompa de jabón. Pues si amigos(as), a mi me ha pasado también, nada nuevo pues, la historia es conocida: un poco de desorientación,tal vez coraje o tristeza, en mi caso luego mi típica risita sarcástica de verme a mi mismo como tonto y el esconderme para no volver a pasar otra de esas. No es masoquismo, pero en mi experiencia recomiendo disfrutar hasta esos ratos porque se van tan rápidos como el dinero.

El vuelo

La arena era gris, recordé por un momento un ascenso al Popocatepetl con mis pies enterrados entre la arena del viejo coloso. Pero aquí no hacía frío, ni el viento helaba la cara, por el contrario, el calor era húmedo y la piel se pegaba a la ropa sin ser desagradable. Las olas con sus blancas nubes de espuma y el sol del atardecer se coronaban con tu sonrisa casi infantil. A lo lejos, las gaviotas con su suave vuelo, hacían contraste con las olas estrellándose una y otra vez en el puerto. Tuve la sensación de que sabía porque amaba ese lugar: era la síntesis de todo lo que soy y he sido. No lo se explicar, solo se que pasaron por mi mente personas, lugares, momentos, deseos, tristezas, como apretándose contra mi y negándose a morir y quedar atrás. Este soy, en este atardecer pensé. Estás tú y aunque no fuese así me sentiría acompañado por ti. Esa noche, ebrio de alegría al son de los huapangos quise bailar por las calles de ese viejo pueblo y quedarme tendido en la arena. En lugar de ello, no quedó mas que reírnos de lo pobre que éramos, lo lejos que estábamos y lo afortunados que nos sentíamos por haber compartido tantas cosas.

Exhorto

A los enfermos, a los drogos, madres solteras, a los viejitos sin familia, boleros, gorditas y gorditos traumados, morosos, a los engañados de cajas populares, feos y feas, desempleados, ropavejeros, gays, huérfanos, vendedores ambulantes, discapacitados, reprobados de materias, borregueros, traumados, a los que no pudieron comprarse en la vida mas que un vochito, a las sexoservidoras, acarreados a eventos políticos, alcoholicos, beneficiados de OPORTUNIDADES, los sin hogar, las abandonadas y abandonados, niños que viven en la calle, adictos del internet, burócratas con uno o dos trajes raídos, a los que "no se hallan" a los artistas de autobuses, y demás que se sientan agraviados por el Sistema..., Dios nos cuida, somos muchos y seremos más, venceremos!!!